Sacripant

Responsable Electrificación

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La primera vez que embarqué en el Sacripant hice acopio de unos cuantos sentimientos. Sentimientos que voy a utilizar para hacer una breve descripción de este pequeño gran barco.

Cuanto subí mi pié derecho a la proa de este barco inglés, mi primera sensación fue de miedo. Había leído en abundancia todo lo que pude encontrar en internet sobre la embarcación y las gestas que se le atribuyen. Sin embargo, la gran escora que meció el barco cuando mis 65kg se dejaron caer en él, me hizo tener una percepción de seguridad alejada de toda la teoría leída. Sin embargo, ese miedo que con normalidad suele ser bastante irracional, no iba a estar más en lo cierto que decenas de personas que le habían confiado su vida a este casco.

Tras dar una vuelta a la reducida zona habitable, mi sentimiento de miedo se entremezcló con cierta angustia al comprobar que en lo referido al espacio “internet tenía razón”: la organización y el orden han de primar para navegar en condiciones de cierta comodidad y seguridad.

El cúmulo de malos sentimientos se fueron empoderando de mí hasta que por fín lo sacamos a navegar. Fue aquí dónde estas pequeñas olas de sentimientos negativos fueron arrasados por el tsunami de libertad, seguridad, felicidad, entusiasmo, ilusión que obtuve al entender aún con pequeñas olas, ese pedazo de corcho iba a ser muy difícil de hundir.

Este Halcyon 27 con 8,2 metros de eslora, 2,3 de manga y 1,2 de calado, combina sin duda el encanto de la navegación clásica, con una robustez que le confiere es medalla de de barco oceánico .

El casco tiene el grueso característico de una antigua embarcación. Sus tres toneladas de desplazamiento lo hacen algo pesado, pero muy resistente a golpes de mar. Su estrecha manga, lo penaliza fuertemente en la comodidad, pero le confiere una estabilidad y eficiencia que echan por tierra los pensamientos en cuanto a los contras. Es un barco muy estable. Sorprende el no estar dando pantocazos continuos en cada ola.

En cuanto a la flotación, lo comparo con un corcho: la sensación que tuve la primera vez que navegamos con unas olas más grandes, es que “no se deja hundir”. Pelea sin tregua en mantener la línea de flotación constante, a pesar de su bajo calado, embarcamos menos agua por la proa que en embarcaciones en las que he navegado que le doblan en eslora y obra muerta.

Sacripant ha conservado su motor de origen. El monocilíndrico de arranque a manibela, aporta un gran par a bajas revoluciones. A altas no hemos podido probar, ya que si nos pasamos de 600rpm, el escape empieza a echar una mezcla de aceite y gasoil. Pienso que con un rectificado, este motor que nos ha hecho navegar unas 500 millas iniciales, nos podrá servir como apoyo para otros proyectos. Me encantaría saber cuántas horas ha navegado este pedazo de hierro en sus 46 años de vida.

Tras esta breve descripción que ampliaré en el canal de Youtube, enumero sus principales características:

  • Diseñado por Alan Buchanan y producido entre 1970 y 1975.
  • Concebido como un crucero familiar compacto y seguro, ideal para regatas y navegación de larga distancia.
  • Eslora: 8.23 metros. Manga: 2.4 metros. Calado: 1.12 metros.
  • Construcción: Casco de fibra de vidrio reforzada, diseño sólido.
  • Desplazamiento: Aproximadamente 3175 kg.
  • Motor: Motor diesel pequeño, generalmente de 7 HP.
  • Velocidad de crucero: 5 nudos, velocidad máxima de 7 nudos.
  • Capacidad de combustible: 40 litros.
  • Capacidad de agua: 80 litros.
  • Capacidad para ir cómodamente de 2 a 4 personas
  • Navegaciones oceánicas exitosas